Pocas veces un pin conmemorativo ha tenido más sentido que el que aparece en la imagen.
Desgraciadamente, hace unas semanas que nos dejó Pedro Azorín.
Para todo el mundo del coleccionismo ha sido una gran pérdida, imposible de reemplazar.
Fue quien me inició en el mundo de la heráldica, el que me enseñó que el coleccionismo no es intercambiar un pin por un pin, sino el de ayudar en todo lo posible al compañero para engrandecer su colección. Altruista, generoso... no hay palabras para definirlo completamente. Este rinconcito en mi web servirá para demostrarle mi reconocimiento como coleccionista y como amigo. A Dios gracias, su esposa Araceli sigue al pie del cañón para que todos podamos seguir disfrutando de los lotes de pins que con tanto cariño editó para todos nosotros.
Allí donde estés... ¡¡¡un abrazo!!!.